El Método Cornell: cómo tomar notas de manera eficiente y optimizar tu aprendizaje en clases frontales
Las clases frontales son sin duda el punto de partida del aprendizaje. En el aula (física o virtual) los profesores tienden a exponer y aclarar los conceptos clave, dando una visión general de la materia. Por lo tanto, seguir las clases ayuda a comprender cómo abordar los temas y cómo enfrentarlos de la mejor manera. Es por eso que tomar notas y revisarlas posteriormente permite optimizar la adquisición de conceptos, así como ahorrar mucho tiempo.
Sin embargo, a menudo nos limitamos a anotar automáticamente cada palabra pronunciada por el profesor, sin escuchar y recibir realmente el contenido. ¡Esta costumbre puede no ser la forma correcta de abordar las clases!
Entre los varios métodos efectivos que permiten convertir las clases frontales en un momento de aprendizaje activo y productivo, te proponemos el Método Cornell.
Veamos juntos de qué se trata.
Cómo tomar notas de manera rápida y eficiente para optimizar tu aprendizaje en clases frontales
El Método Cornell es un conocido sistema que permite tomar notas de manera rápida y eficiente. Creado y desarrollado en los años cincuenta por el profesor Walter Pauk de la Universidad de Cornell, este método ayuda a mantener la atención durante las clases, evitando así desperdiciar las horas pasadas en ellas; además, facilita las fases de estudio posteriores, mejorando su calidad.
La técnica, adecuada tanto para la escuela secundaria como para la universidad, nace para ser utilizada con la ayuda de papel y lápiz, pero la PC y la tableta representan una alternativa válida. De hecho, los dispositivos digitales permiten formatear el texto con facilidad y corregir posibles errores en poco tiempo.
¡Sigue leyendo para entender cómo ponerlo en práctica!

Cómo tomar notas de manera eficiente y optimizar tu aprendizaje en clases frontales - División en tres secciones para apuntes esenciales, palabras clave y resumen personal
El Método Cornell prevé la división de una hoja en tres secciones. El área más grande es la central: ocupa aproximadamente ⅔ del ancho de la página y está delimitada por una línea vertical en el lado izquierdo. Aquí se deben escribir los apuntes de la manera más esencial posible, utilizando abreviaturas (siempre y cuando sean comprensibles), flechas, listas y símbolos. Esta sección contendrá los conceptos principales, evitando así la mera transcripción de toda la lección. Se recomienda esforzarse por re-elaborar los conceptos con palabras propias.
En la izquierda encontramos el área reservada a las palabras clave. Es importante elegir uno o más términos que condensen el contenido de los conceptos contenidos en la parte derecha de la hoja. No solo eso: también puede ser útil insertar preguntas funcionales que puedan encontrar respuesta en la sección dedicada a los apuntes. Este ejercicio se puede realizar tanto durante la lección como inmediatamente después.
La tercera y última sección, en la parte inferior de la página, puede estar dedicada a un breve resumen del contenido, teniendo cuidado de no copiar la parte superior palabra por palabra. Alternativamente, este espacio puede contener consideraciones personales, preguntas o dudas.

Cómo realizar una revisión efectiva y mantener la concentración en tus apuntes
La división vertical de la hoja prevista por el Método Cornell permite realizar la fase de revisión de la mejor manera posible. Ocultando la columna de la derecha, será útil retomar el tema tratado a partir de las palabras clave, o responder a las preguntas anotadas en la parte izquierda de la página. De esta manera, la repetición de las nociones será más efectiva y estimulante, favoreciendo el aprendizaje activo.
El Método Cornell es sin duda una solución a integrar en su método de estudio, especialmente para aquellos que tienen dificultades para mantener alta la atención durante las lecciones, o para quienes no pueden beneficiarse de los métodos tradicionales para tomar apuntes. Poseer un método eficaz y lograr alcanzar un grado óptimo de concentración son elementos indispensables para alcanzar los propios objetivos escolares y académicos.